El Evangelio

Evangelio según San Juan 15,26-27.16,12-15.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."

viernes, 31 de julio de 2009

Actualidad Católica: Año Sacerdotal


La parroquia Santa Catalina de Siena de la ciudad de buenos Aires edita mensualmente un boletin informativo. De allí extraemos el siguiente comentario.


"Benedicto XVI ha resuelto convocar oficialmente un "Año Sacerdotal" en ocasión del 150 aniversario de la muerte de Juan María Vianney, cura de Ars, Santo Patrón de todos los sacerdotes del mundo. El objetivo es promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo.
En este momento de manifiestas infidelidades de algunos ministros de la Iglesia, caemos en la tentación de dejarnos llevar por el escándalo y el abandono. Resaltamos las debilidades de nuestros pastores en lugar de renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don de Dios reflejado en magníficas figuras religiosas plenas de amor a Dios y a las almas. Y no necesariamente sean figuras intelectualmente brillantes. Sabemos que el Santo Cura de Ars no lo era, ya que hasta su ordenación sacerdotal estuvo en juego por este motivo. Pero el amor siempre es más fuerte, como surge de su dicho frecuente: "El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús". Necesitamos pastores que sepan hacernos sentir el amor misericordioso del Señor; que tengan un sentido de obediencia ejemplar, para que en los momentos que no se sientan a la altura de su misión - que inexorablemente vendrán - rechacen la tentación de abandonar las responsabilidades del ministerio. Con mucha humildad y profunda fe sabrán que: "El mismo Dios que dijo: "Brille la luz en medio de las tinieblas", es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo" (2 Cor. 4,6). Queremos sacerdotes - como dice el Papa - que no se resignen a ver vacíos sus confesionarios ni que se limiten a constatar la indiferencia de los fieles a los sacramentos. En la Francia revolucionaria del Santo Cura de Ars, la confesión no era ni más fácil ni más frecuente que ahora. Sin embargo él logró que sus parroquianos redescubriesen el significado y la belleza de la Penitencia Sacramental mostrándola como una íntima exigencia de la presencia eucarística.Queremos sacerdotes que amen y sean amados.

(Fuente: santacatalina.org.ar)

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